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“Haremos de la gestión en Sucre la Alcaldía de todo un pueblo, que actualmente se está hundiendo por un desgobierno”, afirmó Antonio Álvarez El ‘Potro’, candidato a la Alcaldía de Sucre por el Partido Socialista Unido de Venezuela y el Gran Polo Patriótico, para las próximas elecciones municipales del 8 de diciembre.
Al ritmo del trote durante su recorrido por las calles de los sectores Valle Alto y San Lorenzo, Álvarez conversó con vecinos que le expresaron sus inquietudes respecto a las soluciones que ofrecerá tras alcanzar la elección. En este sentido, reiteró que el trabajo en equipo permitirá una gestión efectiva que atienda las necesidades principales del municipio como lo son el manejo de los desechos sólidos, manipulación de aguas servidas, seguridad, vialidad, educación y vivienda.
Recordó que ha mantenido contacto directo con el presidente Nicolás Maduro, quien le ha manifestado total apoyo para hacer de Sucre un municipio Potencia deportiva y cultural, “paso a paso, escalón por escalón, dando respuesta inmediata a los ciudadanos y ciudadanas”, expresó el candidato.
Asimismo, aseguró que el hecho de acercarse a la gente en su propia casa forma parte del Gobierno de Eficiencia en la Calle, “y no de una venta de ilusiones y promesas incumplidas, que es lo que caracteriza a los gobiernos de derecha”.
Gobernar obedeciendo y para todos
En el estadio de la calle 4 de La Urbina, Antonio ‘Potro’ Álvarez la sacó de jonrón durante un partido amistoso con el equipo del hospital Ana Francisca Pérez de León, cuyos jugadores se sintieron honrados al compartir el terreno con el grandeliga, y le solicitaron ocuparse del área deportiva que actualmente se encuentran desatendida, poniendo como ejemplo la situación de dicho estadio, el cual se encuentra en avanzado deterioro, lo que dificulta el desarrollo de los encuentros.
Para llegar al campo, El ‘Potro’ recorrió junto a vecinos de la avenida Principal de La Urbina las caminerías que bordean el río Guaire, junto al preescolar nacional ‘Cynthia Rosenberg’, que atiende a niños entre 3 y 6 años de edad.
Mientras caminaba, escuchó los relatos de ciudadanos como Miguel Pérez, habitante de las residencias contiguas a las caminerías, quien denunció con preocupación la ausencia policial que convierte al sector en “el escondite perfecto de malandros y delincuentes, esto es una zona de terror”.
