Miranda para la Vida

Ha llegado la hora de Miranda. Este jueves, con el arranque de la campaña electoral, comenzó un apasionante proceso que nos llevará a recuperar la Gobernación para todos y todas los habitantes de esta tierra que me vio nacer, en la que he crecido y me he formado como persona, como ciudadano y como político, y a la que mi periplo vital está unido, ya para siempre, de forma indisoluble.

Durante mi vida política he tenido el privilegio de poder desempeñar altas responsabilidades políticas como la redacción de la Constitución Bolivariana de 1999, y he acompañado con orgullo al Presidente Chávez en los ministerios de la Secretaría, Economía Popular y de Agricultura y Tierras, así como en la Vicepresidencia Ejecutiva de la República.

En todos estos cargos he puesto mis mejores capacidades, conocimientos, dedicación, trabajo y honestidad al servicio de lo que constituyen los únicos objetivos de mi labor política: la justicia, los derechos y la felicidad social  para todo el pueblo venezolano.

Hacerme cargo de la Gobernación de Miranda es un auténtico orgullo, totalmente equiparable al que sentía cada vez que la Revolución Bolivariana me ha demandado para una nueva tarea.

La Gobernación del estado es una unidad política y administrativa fundamental para lograr el vivir bien de los mirandinos y mirandinas, así como para cooperar con el desarrollo económico y social, la  estabilidad política y la paz de Venezuela. No puede haber tarea más honrosa e importante, aunque haya a quienes, cegados por su ansia de poder, les parezca un premio de consolación.

De ahí la gran importancia de estas elecciones. Es una enorme satisfacción ir de la mano de este Pueblo, del que formo parte, a la conquista de este futuro que ya casi es presente. Se trata de un reto formidable y exigente del que, sin duda, saldremos victoriosos.

Los espacios públicos son los sitios donde el pueblo se encuentra, argumenta, debate y construye su porvenir.

En las decenas de asambleas que hemos realizado estos días en las calles y plazas de todo el estado, ha quedado patente la insatisfacción de nuestras mujeres y hombres por la ausencia gestión de un gobernador ausente, que en su obsesión por alcanzar la Presidencia de Venezuela y por atacar al Presidente Hugo Chávez ha dejado de lado sus responsabilidades: la seguridad, la vialidad, el apoyo a la prestación de los servicios básicos como la recolección de la basura o el suministro de agua, la vivienda, el pago de los compromisos laborales… El pueblo de miranda sabe perfectamente de quién es la culpa.

Una vez comenzada la campaña electoral, volvemos a estos lugares en los que siempre nos hemos reunido para debatir nuestro propio destino con el propósito de explicarte nuestras propuestas para Miranda. Propuestas que, en realidad, pertenecen al propio pueblo, ya que se han elaborado a partir de un fructífero diálogo con la comunidad mirandina organizada. El verdadero político no es aquel que ofrece una batería de promesas redactada en un despacho de lujo por carísimos y exclusivos asesores que sólo conocen la realidad a través de informes. Por el contrario, la auténtica política es la que convive cotidianamente con la gente, escucha sus preocupaciones y sus esperanzas y les da respuestas adecuadas y eficientes.

Los mirandinos y las mirandinas ya no quieren excusas. Ahora exigen esas respuestas a los problemas que les angustian y les impiden vivir su vida en plenitud. Quieren que sus calles sean seguras y transitables. Quieren que su comunidad esté limpia y el servicio de recolección de basura pase cada noche por su casa. Quieren que las carreteras sirvan para transportar a las personas de forma rápida y no que sean trampas en las que se consuman horas y horas por culpa de huecos, desprendimientos y colas. Quieren viviendas dignas, de calidad y cómodas y no limosnas para parapetear mínimamente un rancho que, a la postre, seguirá siendo un rancho, en situación de riesgo.

Para conseguir satisfacer estas necesidades básicas a las que tiene pleno derecho, el pueblo de Miranda sabe que necesita a un gobernador que se dedique a tiempo completo al estado; un gobernador que asuma las responsabilidades a las que le obliga no sólo la Constitución sino también el imperativo ético que alienta a un verdadero político; un gobernador que trabaje de forma coordinada con el Gobierno Nacional para sacar adelante proyectos en lugar de poner obstáculos para que estas iniciativas se hagan realidad.

Miranda tiene que llegar a ser lo que le corresponde por su historia, peso político y capacidades de sus habitantes. Una Miranda donde se viva bien es un anhelo común a todos los habitantes de esta tierra. Es un anhelo de los jóvenes, a quienes se ha dejado de lado, despreciando su preparación, su diversidad y sus códigos diferenciadores. Es un anhelo de las mujeres, para las que no se han implementado políticas que tengan en cuenta su singularidad específica. También necesitan una Miranda para la vida las clases populares, cansadas del desprecio y la falta de atención por parte de quien ha dividido el estado en función del dinero de sus habitantes. Los sectores medios piden otra Miranda en la que las cosas funcionen, la inseguridad no sea la norma y se cuente con sus profesionales: médicos, ingenieros, arquitectos, abogados… No queremos 4 años más de lo mismo, no queremos más excusas.

Miranda debe ser un territorio para la convivencia y la vida, yo sé que es necesario y sé que es posible. Así quiero construirla junto con todos ustedes. Por eso les reitero la invitación a encontrarnos en nuestras calles y marchar unidos, al mismo paso y con los mismos objetivos, en busca de esa nueva Miranda.

Elías Jaua

@jauamiranda

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